Amigos de La Camboyana...por fin algo nuevo por estos lados...al menos en la web.

les cuento...estoy un poquito triste, mis habitaciones no tienen la vida que tenían antes, están solas...igual de acogedoras como siempre, llenas de onda, pero vacías sin seres humanos que alegren mis muros, sin jóvenes estudiantes hablando otros idiomas ni fiestas multinacionales, como las de hace solo uno o dos años.

Solo 3 gatos se pasean en mis pisos y duermen en mis sillones, ni una persona aparte del dueño de casa disfruta de la hamaca y de ese patio fresco mientras afuera hay 30 grados...

Aquí les muestro algunos de mis rincones esperando sus nuevos habitantes, una nueva vida para una ves mas dormir poco, pero felices.

Claro han venido a ver la casa algunas personas, pero parece que ahora la mayoría busca casas nuevas y modernas llenas de aparatos electrónicos, y claro aquí los hay también, tenemos Internet WIFI que nos comunica con el mundo. Tenemos lavadora para los calcetines sucios, refrigeradores para la cerveza helada, cocina para las cocer las delicias que se nos ocurran, pero no tenemos TV para ver lo crímenes diarios ni microondas para cambiarle el gusto a los alimentos. No, no soy una casa “moderna”, soy una casa antigua, con historia y personalidad, mis muros no están inmaculados ni mi piso es liso como una mesa, pero ese es el encanto de esta casa. El que no pueda verlo no es para vivir entre mis muros.